Ataque de nostalgia con Stranger Things

Hace años que las series están relegando a un segundo plano el cine de Hollywood. Por todos es sabido que el séptimo arte norteamericano hace tiempo que ha perdido la buena fama de la que gozaba hace décadas, y la aparición de las series de televisión ha reforzado aun más esta teoría. Estos nuevos tiempos empezaron con Lost, a mediados de los 2000, y continúan con la recientemente estrenada pero ya convertida en serie de culto: Stranger Things.

Creada para Netflix, Stranger Things juega con el espectador nostálgico desde el primer momento, con la aparición de múltiples referencias a los 80’s en casi todos los aspectos: desde el contexto y la ambientación, hasta el relato y las claras alusiones a The Goonies, Star Wars, Stephen King, Spielberg o el punto de partida del famoso juego de rol que después se convirtió en serie de animación, Dungeons and Dragons (Dragones y Mazmorras en España).

No voy a comentar nada del argumento por si no la habéis visto (ya estáis tardando en hacerlo), solo decir que parte de la misteriosa desaparición de Will Byers, un niño de 12 años que regresaba a casa después de pasar el día jugando con sus amigos al juego de rol Dungeons and Dragons. Visto así parece el típico argumento de serie misteriosa, pero esta sinopsis es como ese río que va corriendo al que se van añadiendo afluentes que van determinando su camino y que acaba desembocando en una historia exquisita con grandes toques de nostalgia que nos sumergen en el ambiente ochentero.

Por ejemplo, en los títulos de crédito iniciales el aire retro viene dado por la tipografía utilizada (ITC Benguiat, diseñada en 1978), que a muchos nos recordará por ser utilizada en las portadas de los libros de Stephen King. Y si a este tipo de letra le sumamos la inquietante música creada con un sintetizador (muy de moda en los 80’s) por la banda Survive, la añoranza ya rebosa por todos nuestros poros.

Además de miles de guiños a grandes obras de la década (yo personalmente veo al personaje de Dustin como a Gordi en The Goonies), esta serie recupera a uno de los iconos de los años 90, Winona Ryder (a la que desgraciadamente muchos sólo recuerdan por su robo en Beverly Hills).

Mil cosas hay para comentar de Stranger Things, y miles de hilos corren por Internet con infinidad de opiniones, suposiciones y teorías sobre esta primera temporada y sobre cómo podría continuar la segunda, pero en lo que todos estamos de acuerdo es en lo adictivos que son sus ocho capítulos, en su cuidada producción, y en definitiva en haber creado una serie de gran calidad para todos los públicos, pero especialmente para los que hemos crecido en los 80 y 90.